“Vivimos como una familia de naciones, es necesario que cada miembro de esta familia reciba oportunidades iguales de crecimiento económico, social y especialmente educacional”
Malala Yousafzai
Mujer reconozco tu baluarte y el valor de todas aquellas mujeres que vinieron antes que nosotras para abrirnos un camino un poco más fácil, seguro y garantista de nuestros derechos. En lo personal considero que las mujeres ya somos empoderadas porque tenemos la valentía y el coraje de trabajar por nuestros sueños, nuestras familias e ir más alla, ayudar a construir nuestras comunidades.
Debo confesarles: que hoy más que nunca, estoy plenamente convencida que existe una tierra donde las mujeres tenemos la fuerza, la valentía, el encanto y el poder de soñarnos en la historia, de permitir que el acontecer de todas las personas y en especial, los latino americanos podemos transformarnos y abrirnos al progreso y al deseo por transitar en los colores de nuevos amaneceres.
Y desde ese nuevo amanecer, somos las mujeres, el rol transversal dentro de los procesos de reconciliación que vive actualmente LatinoAmerica, pues nos convertimos en el principal motor de expansión de las sociedades, del rol actual de la mujer no solo depende llevar a buen término una familia, sino que, de esta primigenia base, se desprende también el desarrollo de toda una sociedad. Hoy día es por ello importante que más mujeres recononozcamos nuestro poder interno y ayudar a otras y otros a sacar dentro de sí esa fuerza que los impulse a construir un mejor futuro.
Es por ello, que, a través de mi programa mujeres líderes: que rompen límites se abre un espacio de democratización que les permita a las mujeres, como yo, ser miembros activos de la sociedad, por medio de la participación cada vez mayor en el ámbito de la política local, nacional e internacional. Mi iniciativa representa una alternativa estratégica para tal fin.
Este programa nació de la necesidad de lograr la visibilidad e incidencia en la agenda pública de un discurso académico, social, cultural y político que pone en el centro a todas las mujeres; quienes son las protagonistas de un acontecer, cada vez más actual, porque todas las mujeres sin excepción han tenido que lidiar con situaciones o circunstancias que las limitan, y es entonces donde aprendiendo a mejorarse a sí mismas, se levantan con más intensidad para lograr trascender en una sociedad más evolutiva y globalizada.
La trascendencia es lo que hace a una mujer líder, porque se explota su poder personal, reconoce sus derechos y deberes, tiene habilidades para enfrentar los desafíos, además, tiene la capacidad de influir y participar en las decisiones que involucran sus entornos y sobre todo lo hace desde un contexto más humano, sensible, protector, considerado y amoroso.
Desde mi corazón deseo inspirar con el ejemplo a la transformación de las mujeres para que sobrepasen los límites mentales y personales, que renazcan de las cenizas, remando en las aguas del miedo la apuesta es, hacía una verdadera transformación social, y eso solo es posible si dentro del acontecer diario se encuentra la mujer como líder transformadora de vidas. Así, si todas nos unimos, sin distingo de estatus, clase, raza, credo o religión, podemos construir un mundo evolucionado, dando nuevos significados a las futuras generaciones. Y ello solo es posible, a través de la unión, sin competencias y sin odios del colectivo de mujeres.
Ahora bien, no cabe dudas que es necesario que organizaciones, empresas y gobiernos den la ayuda necesaria para que las mujeres exploten su poder personal y ello puede y debe involucrar el empoderamiento económico de la mujer, y una mujer que trabaja, que recibe dinero aporta con más fuerza a la económía de los hogares. Es por ello, que en mis intervenciones siempre digo, cuando una mujer recibe económicamente, se nota el bienestar en el hogar, los hijos se ven más bonitos y hasta el marido se ve más lindo. Y en medio de risas, el público masculino acepta esta gran verdad, pues en la mujer no existe el egoismo en la edificación del concepto de bienestar y prosperidad en el hogar y es por ello que se hace contundente construir una política pública local que permita que las mujeres reciban ingresos, lo que a largo plazo aportará en el desarrollo de una sociedad con mayor sostenibilidad.
Juntas lo podemos hacer!
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